lunes, 24 de agosto de 2009
AMBATO CIUDAD en permanente crecimiento
Ambato, ciudad atractiva y acogedora, cuna de gente luchadora, conocida como la ciudad de los jardines, del turismo, de la ciencia, el pensamiento y el conocimiento.
Ambato es el rincón del país en donde palpita el ansia de grandeza, el ansia de sobresalir, el ansia de perfecciones. Ni guerras, ni revoluciones, ni pequeños ni grandes sismos, ni las erupciones de sus volcanes han podido impedir su progreso, dice el historiador Pedro Reino, del que reproducimos parte de sus escritos.
Ambato es la capital de Tungurahua, está asentada en una estrecha pero muy pintoresca hondonada, a unos 2600m sobre el nivel del mar y goza de un clima templado y suave. Ambato en la década de los 60’ a los 70’ era una pequeña ciudad que medía aproximadamente 5km de largo por 3km de ancho. Contaba con un total de 118.483 habitantes que se distribuían de esta forma: 57.702 hombres y 60.781 mujeres, según el segundo censo de población de 1962.
Según las estadísticas del primer censo de vivienda de 1962, Ambato tenía en este tiempo 6.446 casas, clasificadas de la siguiente manera: 2.088, de un piso; 1.149 de dos pisos, 188 de tres, y 21 de cuatro pisos. El deseo de sus habitantes era que haya para cada familia un techo propio que la cubra. Por esta razón se desarrolló un gran sentido de cooperativismo.
En la ciudad de Ambato se publicaban dos diarios: “El Avance” Dirigido por el escritor y político Dr. Rodrigo Pachano Lalama; y “El Heraldo”, dirigido por el señor Isaac Aguilera LLerena. Además existían varias publicaciones ocasionales y libros de varios autores.
Ambato era una ciudad muy activa con una creciente circulación de vehículos motorizados, pero seguía siendo “la ciudad de las calles angostas”, además su condición sísmica no le permitía tener edificios de más de cinco pisos, por tal razón tenía un ambiente tranquilo y muy agradable, del que disfrutaban todos sus moradores.
Entre sus paseos y avenidas para esta época, podemos enumerar los siguientes: el “Parque Montalvo”, en cuyo centro se levanta la estatua del Cosmopolita, se encuentra situado en el centro cívico de la ciudad, rodeado de las calles Bolívar, Montalvo, Sucre y Castillo, es uno de los parques más atractivos por sus variadas y hermosas plantas; el “Parque Cevallos”, tiene el busto del primer historiador del Ecuador Pedro Fermín Cevallos, este parque se encuentra rodeado de las calles Cevallos, Lalama, Sucre y Martínez; y por último el parque Juan Benigno Vela. En todos estos parques, en los diferentes días de la semana, daba sus “retretas” la Banda Municipal, lo que contribuía a la alegría de la gente.
Podemos también nombrar sus paradisíacos alrededores, entre ellos: Ficoa, Atocha y los Huachis, que eran llenos de encanto y de verdura, esto los hacía muy atrayentes, sobre todo en la época del verano en que sus huertos frutales exhalaban el aroma que se encargaba de embalsar el ambiente.
La ciudad contaba con cinco elegantes y cómodas salas de cine: Lalama, Roma, Inca, Viteri y Cultura, las que se veían incesantemente concurridas por sus habitantes, además contaba con varias canchas deportivas, siendo la más importante la “Cancha Mera” que estaba ubicada en el Colegio Pensionado Mera, en las calles Mera y Cuenca; en donde la gente pese a no tener los atractivos de las grandes ciudades tenían distracciones suficientes para sus horas de ocio.
En el comercio, en Ambato existían 69 comerciantes importadores, 2 exportadores y uno que tenía una tarea mixta, el capital declarado de estos comerciantes alcanzaba la suma de 39’720.100 de sucres, moneda nacional, ahora reemplazada por el dólar norteamericano. Existían además 35 comerciantes mayoristas, 912 minoristas y 233 mixtos.
Existían en la ciudad alrededor de 57 tipos de negocios entre los que se podría enumerar: 462 establecimientos de alimentos y bebidas; 205 establecimientos dedicados a la venta de telas, prendas de vestir, calzado, entre otros; 66 bazares y almacenes de turismo; 63 de automotores y accesorios; 34 de ferretería y material de construcción; 32 que expendían combustibles; 60 dedicados a droguerías, joyerías, relojerías, artículos de óptica, fotografía, librerías, etc.; 258 bancos, seguros de vida, hoteles, bares, salones, lavanderías, servicios de limpieza, etcétera.
Ambato siempre se ha destacado por su activo comercio, su gente siempre trabajadora se ha caracterizado por su afán de lucha sobre todo por su constancia. El mayor comercio de Ambato se realizaba con la ciudad de Guayaquil. Los principales artículos que se exportaban de la provincia eran: papas, hortalizas, cebolla, ajo, naranjilla, cereales, huevos, quesos, mantequilla, en las épocas de producción frutas de tipo europeo como: ciruelas, reinaclaudias, peras y otras deliciosas frutas.
En vías de comunicación, resumiendo los datos encontrados en el libro “Tierra de Tungurahua” del historiador Gerardo Nicola, el ferrocarril del sur que atravesaba el territorio de Norte a Sur, tenía estaciones en Cunchibamba, Ambato, Montalvo, Cevallos y Mocha por las que se llevaba a cabo un activo comercio de exportación. La carretera panamericana que la conectaba con todas las poblaciones que van desde el Carchi al Macará. Internamente tenía conexión con todas las parroquias de la provincia con un permanente servicio de buses.
De tal manera, tenía mucha facilidad de movilización tanto interna como interprovincial, pero se debe mencionar que todas las carreteras exceptuando las interprovinciales, eran carreteras de tercer orden, sin ningún lastrado, a diferencia de ahora donde el Gobierno y gobiernos seccionales, se han esmerado en dotar de las mejores carreteras y vías a la ciudad.
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